miércoles, 25 de marzo de 2015

DOMINGO DE SAN JUAN CLÍMACO - 4° DOMINGO DE CUARESMA

"La Santa Escala, escrita por San Juan Clímaco, son una serie de escalones que van avanzando en el camino de la virtud y nos llevan por un camino del autoreconocimiento y del arrepentimiento de las propias faltas, y nos ayudan a alcanzar el Reino de los Cielos. Sin ese camino de las virtudes, pudiendo hacerlo, nosotros mismos estamos poniendo dudas sobre nuestra salvación. Es decir, estamos llamados, Dios nos llama a algo que vale la pena, que es el Cielo. No lo podemos pagar con nuestras obras, pero no podemos menos que corresponder con todo nuestro corazón.

Ahora bien, la relación con Dios no se trata solo de Dios, sino también del prójimo, y es acá donde se pone complicado, porque para aquel que quiera acceder al Cielo tiene que darse cuenta que Dios lo transforma en prójimo del otro. Lo que Jesús nos enseña, recuerden la parábola del Buen Samaritano, le dice quién fue prójimo del hombre lastimado.

Esto nunca hay que olvidarse, porque nos da vuelta la lógica. Nosotros decimos el prójimo es el otro, y Jesús nos dice: No. El prójimo sos vos. Sos vos que te tenés que hacer prójimo a otro. Tu misión, tu lugar, tu salvación, tu vida, depende que vos te acerques, depende que vos salves esa diferencia, que vos te hagas solidario en la necesidad del otro, no que lo taches de la lista, no que lo excluyas del Reino de los Cielos, hecho a tu imagen y semejanza.

Por eso cuando nosotros contemplamos la Cruz, le damos gracias al Señor, porque fíjense que próximo se hizo a nosotros, que murió por nuestros pecados. Se acercó tanto a nosotros, se hizo tan uno de los nuestros, que hasta se subió al lugar que nos corresponde a nosotros. Pago el precio por nuestra redención. Miren que vecino de nuestra naturaleza, vecino de nuestras necesidades, de nuestras miserias, de nuestras flaquezas. El mismo Dios se hizo uno de los nuestros..."



No hay comentarios:

Publicar un comentario